29.6.07

The Observer. Blade Runner. The film.

Theobserver

"Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".

Roy Batty, un "replicante" que amaba la vida más que los mismos humanos terminaba así su paso por el mundo de los vivos sin que muchas de sus preguntas hayan sido contestadas. Y es que si algo nos diferencia del resto de seres vivos, es que nos formulamos preguntas sobre el porqué de nuestra existencia, el sentido de nuestra vida o cómo será nuestro futuro, pero en la mayoría de los casos morimos sin encontrar respuesta a tantos interrogantes.

Y aunque es cierto que Blade Runner es una versión libre de la obra en la que se basa, no deja de perder su esencia: los deseos, anhelos e interrogantes del ser humano reflejados en unos replicantes más humanos que los mismos humanos, constituyéndose de esta forma en una perfecta radiografía de lo que sucede en nuestro interior, en un reflejo de lo más profundo de nuestro ser, de lo que nos diferencia del resto de seres vivos.

Tenemos conciencia de que existimos, y ésto nos lleva a plantearnos preguntas sobre la misma, preguntas que en la película para los humanos parecen estar contestadas (o están aburridos de buscarlas sin éxito) pero no para los "replicantes", cuya existencia es muy reciente y son los que ahora se plantean los mismos interrogantes que el resto de la humanidad se ha hecho por siglos. Todo esto lo logra gracias a su atmosfera humecida por la lluvia, dónde apenas se ve el sol, su estética "ciberpunk", mezclando tecnología y existencia marginal, y su magnífica banda sonora compuesta por Vangelis (por sí misma se merece otro comentario), que nos hace sumergirnos en lo más profundo de nosotros mismos, llegándonos a plantearnos las mismas cuestiones que sus protagonistas.

Pero sí por algo destaca Blade Runner es por la atemporalidad de sus naturaleza: pasado, presente y futuro se funden en un mismo conjunto que se conforma perfecto en forma y contenido. Se acerca al pasado a través de referencias literarias, bien biblícas, bien de la poesía de William Blake, a través de simbolismos religiosos, o referencias dramáticas del más puro cine clásico y negro. Y se acerca al futuro dónde la alta tecnología resplandece, si bien el resto es decante, viejo y marginal.

Si a esto le unimos las implicaciones éticas del dominino de la ingenieria genética, el alto grado de paranoia, los diferentes reflejos de diferentes aspectos de la sociedad norteamericana de los 80 (en esa época se predecía el dominio de la economía japonesa sobre la norteamericana, de ahí el predominio de la cultura asiática en anuncios y que todos los científicos provengan de allí) o los problemas de movimientos de población; tenemos ante nosotros una de las obras de ciencia-ficción más completas de la historia, y cuyo guión (a pesar de los cambios de guionista) ha sido elaborado de forma perfecta y sin fisuras.

Como bien predijo Philip K. Dick poco antes de morir, Blade Runner cambiaría la manera de ver películas, y así ha sido, se ha convertido en un clásico inmortal desde su nacimiento, una obra de referencia para directores y creadores fascinados por una obra tan perfecta, y a pesar de las reticencias de crítica y público en su momento, el tiempo le ha dado lo que se merecía: un lugar en el olimpo de los inmortales. Finalmente, tanto la película como su esencia no se ha diluido en lágrimas de lluvia, cómo predecía el replicante Roy Batty, sino todo lo contario, se ha mantenido viva y le quedan muchos años por delante, consituyéndose en un canto a la vida que perdurará para siempre.

Y es que gracias a esta película cuando termine de escribir estas líneas, abriré el cajón dónde tengo guardadas mis fotos y me pondré a contemplar todos esos recuerdos y sentimientos envueltos en ellos, para nuevamente sentirme vivo. Gracias Blade Runner.Mi valoración: 10

11 comments:

Anonymous said...

La frase con la que comienzas es de primera. Merecería haber estado en el libro.
p

Anonymous said...

La improvisó un monstruo, Rutger Hauer.
Hoy sólo me asomo aquí para hacer la ola: Mi valoración, 10.

Desesperada said...

pues tengo que dar otro diez y descubrirme ante una crítica excepcional!

Anonymous said...

Hola a todas / todos,
En efecto desesperada, la cr´tica es excepcional. Una lás tima que a mí la ciencia ficción no me guste tanto. Yo le doy el 10 a la crítica

Rosenrod said...

Una película tan llena de connotaciones y sugerencias que puede verse mil veces...

Un saludo!

BUDOKAN said...

Coincido con la frase magistral que encabeza este post. La verdad que me dejas más que sorprendido con tus maravillosas reflexiones sobre este libro-película. Saludos!

jazzman said...

La verdad es que es una gran película, ¿se me nota que me encanta? A veces la vena de crítico se me va y me pueden las emociones, que le vamos a hacer por eso somos humanos, no?

Aunque no he metido cosas cómo la relación entre Deckard y Rachel, también muy destacable, en la que ella parecía más humana que él. Pero bueno, no quería alargarme demasiado.

Saludos a todos y muchas gracias!

Anonymous said...

Pues ya que lo dices, a mi me encanta cuando le tira la cabra (jejeje), qué mala leche. Si llega a ser empática.......

Desesperada said...

eriador, es cierto, el hecho de lanzar la cabra por la azotea es el gesto más humano de la novela! ja ja ja

Carles Rull said...

Pasado, presente y futuro se funden... como la misma película, que ha logrado ser inmortal y sobrevivir a las modas y épocas.
Muy buen post dedicado a "Blade runner".

Hatt said...

Grandísima...

Y el concepto de fondo de "Matar al padre" y el superhombre "nieztschiano" y todo el existencialismo y el futuro creíble en muchos aspectos y tantas cosas...

Nos leemos.