26.12.06

J. Cercas. Sus palabras

Para terminar con Soldados de Salamina, vamos a dejar hablar al autor. Destacamos unas declaraciones del propio Cercas en una entrevista realizada por J.P. Arias y publicada en la revista del Instituo Cervantes de Bremen.
"En realidad me obsesionó esa imagen de esos hombres que se miran y uno de ellos tiene que matarlo y no lo hace. De manera que Soldados de Salamina surge por la obsesión hacia esa imagen".
"Es una novela rara, de verdad, donde hay de todo. Es una mezcla de cosas, es un ensayo, es un poco biografía, es una historia, es un thriller.... Creo que la novela es en sí un género litarario donde cabe de todo, absolutamente todo. Así nace la novela como género literario con Cervantes".
"Yo no he roto ningún tabú pero tal vez he hablado de la Guerra Civil de una forma distinta. La Transición es el problema, la clave y la solución de lo que se vive hoy en España. Después de la muerte de Franco, en 1975, todo el mundo pensaba que iba a haber una guerra y se decide que no hay que juzgar lo ocurrido, que no hay que juzgar a los torturadores, ni a los que firmaban las penas de muerte, ni a los franquistas... en fin, se tuvo la actitud de que hay que mirar para adelante, hay que olvidar el pasado. En aquel entonces tenía 13 años y me pareció muy mal. Hoy tal vez se puede decir que fue un mal menor o necesario porque no hubo una guerra y, gracias a eso, actualmente España goza de cierta prosperidad, es un país europeo donde se vive bien. Sin embargo, el precio para llegar hasta allí ha sido muy alto. El precio ha sido el olvido o, por lo menos, una neblina de equívocos, de malentendidos, medias verdades o simples mentiras que pesan sobre la guerra y la posguerra.
"Esa cita (a fin de cuentas es un pelotón de soldados los que salvan la civilización) puede llevar a pensar en el fascismo pero también puede remitir a la idea de Borges: que de los justos, de los anónimos, pende el mundo. Y es que esa frase, como muchas otras, cambia de sentido en la novela".
"Un héroe es un personaje que posee dos cualidades: el coraje y el instinto de la virtud".
"La democracia es ideal porque su gran virtud radica en que es un régimen imperfecto y que, por tanto, permite ser perfeccionado continuamente; en cambio los regímenes totalitarios son perfectos y allí radica su defecto".
"Los poetas eran portadores de la mentira, de los mundos posibles, de la imaginación, y por eso eran peligrosos, porque le indicaban a la gente que no sólo exitía la realidad sino que había otras realidades. Los poetas cuestionaban la realidad, ese estado perfecto".
Busca la entrevista completa en:
En el apartado Cultura, tendrás acceso a todos los números de la revista. Busca esta entrevista en el número 14.

21.12.06

Rafael. La memoria

www.transatlantic.uwo.ca

Rafael Montano es profesor en la Universidad Western Ontario, Canada. Colabora con nosotros ofreciéndonos una de sus publicaciones: Sentidos y memoria en Sodados de Salamina de Javier Cercas y La Muerte y la Doncella de Ariel Dorfman.

Comenzando con un cuento de Borges, Funes el memorioso, Rafael establece una interesante relación entre Soldados de Salamina y La muerte y la Doncella. Entre la dictadura de Franco y la de Pinochet. Entre la memoria y el olvido. Polanski hizo una película basada en esta misma obra. Os ofrecemos el final del artículo de Rafael:

Al narrador de Soldados de Salamina siempre le intrigó lo que pudo haber pensado el miliciano, quien minutos antes habia disparado para fusilar al último grupo de prisioneros franquistas, pero que con su silencio y su mirada dejó escapar al ideólogo de Falange. Seguro de que había sido Miralles el autor de ese insólito gesto, el narrador le pregunta:
- ¿Qué cree usted que pensó?...Miralles dijo con una mirada neutra.
- Nada
- ¿Nada?
- Nada

Con esa lacónica y apacible palabra, Miralles probablemente insinúa la desmemoria, el olvido y quizá ese olvido sólo haya perdurado un instante pero lo suficientemente largo para detener otro acto más de violencia; o por el contrario, el instante tal vez haya sido memoria, memoria pormenorizada de toda la crueldad de los años de guerra civil, la que finalmente, así como losrecuerdos de Funes, inmovilizara al miliciano.

En la relación entre memoria y olvido radica la pardoja de estos conceptos. En el trato que estas dos obras hacen de la memoria parece que la paradoja se resuelve al deconstruir esta relación de tal manera que se pueda recuperar la memoria con el olvido y no sólo como se cree el olvido con la memoria, pero siempre sabiendo que ambos son esencialmente construcciones temporales.

Podéis leer la publicación completa en la siguiente página, donde también encontraréis otros artículos interesantes (tiene la opción del castellano):
http://www.transatlantic.uwo.ca

17.12.06

Miguel. Realidad y ficción

Soldados de Salamina cuenta tres historias:

La narración de la investigación sobre la vida de Sánchez Mazas, que concluye con el encuentro con Miralles y con la decisión del escritor de volver a escribir.
La historia de Sánchez Mazas
La historia más conmovedora, la del viejo soldado Miralles.

La primera y la tercera parte están escritas en forma de crónica, mientras que la segunda usa una técnica más cercana a la novela histórica.

Pero cuando creíamos entender el libro como narración de lo real nos enfrentamos con nuevos datos. Roberto Bolaño publica en el libro Entre paréntesis un texto sobre Soldados…: “… el narrador es un tal Javier Cercas que evidentemente no es el Javier Cercas que yo conozco y con el que suelo tener conversaciones sobre los temas más peregrinos del mundo El que yo conozco está casado, tiene un hijo y su padre aún vive”. Por tanto, no es lo que aparece en el primer párrafo de Soldados de Salamina: “Mi padre había muerto, mi mujer me había abandonado…”.

Esto es interesante ya que podemos clasificar los personajes en varios tipos:

Personajes reales con vidas reales: Sánchez Mazas
Personajes reales con vidas ficticias: Javier Cercas
Personajes ficticios con vidas ficticias: Miralles por ejemplo es un personaje que no tiene una evidente imagen especular en el mundo de lo real, o si la tiene la desconocemos. Pero al faltarle esa ligadura con lo real, logra cobrar una apariencia mucho más profunda y construida que el resto de los personajes. No tenemos con quies compararlo sino es con el mismo. Por eso quizás es el más real de los personajes.

Visita el blog de Miguel:
http://elforastero.blogalia.com

13.12.06

La película. Soldados de Salamina

Creo que hay que mantener dos puntos de vista diferentes al hablar de la película Soldados de Salamina. Por una parte relacionándola con el libro en el que está basada. Por otra parte como obra independiente.

En cuanto a película basada en un libro, me parece un gran fracaso. Lo siento, pero no puedo comprender el cambio de hombre a mujer en el papel protagonista. La relación de nuestro personaje con Conchi, la pitonisa, es una parte muy importante del libro. Al cambiar el género cambiamos totalmente la relación entre los dos personajes: su forma de pensar, su actitud ante la vida… También es sospechoso el hecho de que el director haya cambiado el género del protagonista para incluir a su mujer. No creo que haya sido una decisión acertada.

Y esto tiene que ver con el segundo punto de vista. La película como obra independiente del libro. No me creo el papel de Ariadna Gil. Sobreactúa. Me parece totalmente artificial. Por ejemplo, en el momento en que en sus clases de la universidad describe lo que es un héroe.

El valor que sí veo a la película es le de añadir escenas de los verdaderos protagonistas. Podemos ver sus caras. De todas formas se nota que no son actores (obviamente) y esa mezcla con los actores profesionales no favorece en nada a Soldados de Salamina. Sin embargo, hay momento emotivos que pueden llegar al corazón, emotivos. Citar también la escena en que el soldado canta Suspiros de España.

Lo siento, pero mi opinión es que no es una película a recordar. Tuvo su momento de gloria, probablemente impulsada por el éxito del libro y por ser la película seleccionada para representarnos en los Oscars. Pero nada más.

8.12.06

Maria. El fracaso

No esperaba que fuese así, pensaba en una novela sobre la guerra, sobre las experiencias de los que la sufrieron o la "ganaron" y no es así, es sólo un pretexto recorrer el mismo camino que Cercas hizo desde el fracaso y las emociones que lleva aparejado, rabia, abulia, sarcasmo, amargura, hacia la recuperación de la ilusión perdida a través de una historia que en último término no tiene mucha trascendencia en mi opinión, salvo porque resulta catártica para el escritor.
Me interesa sobre todo como se describe la frustración que siente, como lo proyecta en sus relaciones con el resto de los personajes, ironía que emplea para reírse de si mismo, su desconfianza y susceptibilidad. Cómo le ayudan a salir del pozo las palabras de Roberto Bolaño o la superficialidad de Conchi (que supongo que es más una caricatura que un personaje real)que le aligera el peso de su sensación de fracaso a la vez que lo recuerda constantemente. Y la figura de Miralles que le ayuda a dar un sentido a su vida, conocer a Miralles significa para él el final del camino, encontrar un objetivo vital, que es contar la historia de un héroe como existen a millares, personas solitarias, pero que han sido capaces de actos de extraordinaria generosidad.

Darles voz es la misión última del escritor. Estamos rodeados de héroes y heroínas silenciosos.

bs maría.

1.12.06

Los artistas y sus hechos

Lo primero que me llama la atención del libro es su dosis de realismo. La novela nos habla de hechos reales. Es un recurso que hace que estemos casi ante una crónica periodística. Es lo mismo que hizo Capote con A sangre fría. Es metaficción. Y al mismo tiempo tenemos periodismo dentro del periodismo, como cuando se habla de los hermanos Machado y su triste historia.

Pero ahora me gustaría destacar un párrafo del libro, por hablar de algo a la hora del café, en el que se comenta la literatura de Sánchez Mazas y el hecho de que algunas editoriales, en los años 80, estuvieran publicando libros de escritores falangistas:

“Algunos ingenuos, como algunos guardianes de la ortodoxia de izquierdas, y también algunos necios, denunciaron que vindicar a un escritor falangista era vindicar (o preparar el terreno para vindicar) el falangismo. La verdad era exactamente la contraria: vindicar a un escritor falangista era sólo vindicar a un escritor; o más exactamente: era vindicarse a sí mismos como escritores vindicando a un buen escritor”.

La pregunta es: ¿debemos tener en cuenta la ideología de los artistas o su comportamiento para admirar sus obras?

Ejemplos: ¿Se deben dejar de admirar obras de artistas cuya ideología no coincida con la nuestra? ¿Se deben dejar de ver las películas de Polanski porque hubiera abusado de menores de edad? ¿O debemos centrarnos solo en las obras?

Si la respuesta es sí en un caso y no en otro. ¿En qué radica la diferencia?
Es solo por pensar en algo.