Después de Auster, Vargas Llosa. ¡Tan diferentes!.
Se podría decir que Auster responde a la teoría de Henry James según la cual no es la acción lo que cuenta en una novela, si no la propia deriva mental del novelista. Desde su mirador personal vuelca en cada libro los temas que le obsesionan y que siempre son los mismos.
Por el contrario, cada libro de Vargas Llosa es un mundo en si mismo. Sus convicciones personales, sus ideales o su visión de la vida están también, pero lo importante es la historia en si misma, aquello que quiere contar o denunciar y que en cada caso es diferente. La prostitución y la hipocresía de las instituciones en “Pantaleón y las visitadoras”, la crítica a la institución militar y al concepto erróneo de la virilidad en “La ciudad de los perros”, La imaginación como recurso para compensar la cruda realidad en “Los cuadernos de Don Rigoberto” o el amor puro e incondicional de su última y conmovedora novela “Travesuras de la niña mala”, por poner algunos ejemplos.
Después de leer esta última me parece mentira que se trate del mismo autor de la que ahora nos ocupa, y eso personalmente es lo que más me gusta de él.
“La fiesta del chivo” dará que hablar. La marca indeleble de la tiranía del general Trujillo en el ruidoso y alegre Santo Domingo, no nos dejará indiferentes.
Se podría decir que Auster responde a la teoría de Henry James según la cual no es la acción lo que cuenta en una novela, si no la propia deriva mental del novelista. Desde su mirador personal vuelca en cada libro los temas que le obsesionan y que siempre son los mismos.
Por el contrario, cada libro de Vargas Llosa es un mundo en si mismo. Sus convicciones personales, sus ideales o su visión de la vida están también, pero lo importante es la historia en si misma, aquello que quiere contar o denunciar y que en cada caso es diferente. La prostitución y la hipocresía de las instituciones en “Pantaleón y las visitadoras”, la crítica a la institución militar y al concepto erróneo de la virilidad en “La ciudad de los perros”, La imaginación como recurso para compensar la cruda realidad en “Los cuadernos de Don Rigoberto” o el amor puro e incondicional de su última y conmovedora novela “Travesuras de la niña mala”, por poner algunos ejemplos.
Después de leer esta última me parece mentira que se trate del mismo autor de la que ahora nos ocupa, y eso personalmente es lo que más me gusta de él.
“La fiesta del chivo” dará que hablar. La marca indeleble de la tiranía del general Trujillo en el ruidoso y alegre Santo Domingo, no nos dejará indiferentes.
Eugenia
6 comments:
Seguro que te mandaré mis comentarios sobre el libro natalia, será para mi un honor. Y me alegra que haya gente que le guste leer y escribir por estos lados :)
Gracias por tu colaboración. Estaremos todo el trimestre dedicados a "La fiesta del chivo", Vargas Llosa y lo que salga a partir de ahí.
Esperamos tus comentarios.
Saludos
Es totalmente cierta esa transformación de Vargas Llosa: mientras hay tantos escritores que escriben una y otra vez el mismo libro, él aún es capaz de sorprendernos. ¡Casi nada!
Un saludo!
Es una presunción de mi parte pero me gustaría dar un par de consejos sobre la lectura de La fiesta del chivo y de cualquier novela de Vargas Llosa: Primero, aplicable también a toda novela, olvidemos la figura pública del autor y centrémonos en lo literario exclusivamente. En segundo lugar, obviar la historia y analizar la estructura de la novela. En La fiesta del Chivo es importante porque lo narrado, por lo impactante que resulta, puede eclipsar la estructura interna de la novela, que me parece genial.
Un saludo
Portnoy, no es ninguna presunción y todos los consejos ( y sobre todo si vienen de tí) son bienvenidos.
Estoy de acuerdo. Además, precisamente ayer, mientras tomábamos una cerveza, comentábamos que probablemente la figura pública de Vargas Llosa podría oscurecer su obra e impedir que mucha gente se acerque a ella. Incluso hay miembros del club a quienes no les ha gustado que eligiéramos a Vargas para este trimestre. Espero que tus consejos hagan recapacitar a los incrédulos y descubran la gran novela que es "La fiesta...", así como otros aspectos positivos de Vargas Llosa, Escritor.
Saludos
En lo personal, antes veía a Vargas Llosa como un escritor un tanto distante. Sus obras como que no me atraían. Pero fue con una canción (Lucrecia y Rigoberto, de la cantante mexicana Ely Guerra), muy recomendable si la pueden conseguir por ahí, que conocí Los cuadernos de Don Rigoberto. Fascinante por su arte visual y sus recursos, francamente abundantes.
La fiesta del chivo, bueno pues la historia es muy buena. Y de paso se aprende historia de otros paises.
Tambien me parece bastante plausible como un escritor hombre se puede meter en el personaje de una mujer de manera tan perfecta.
Lo tenía algo arrumbado pero lo voy a desempolvar para comentar junto con ustedes.
Gracias por la invitacion.
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